El porqué de este blog

Llevo toda mi vida siendo obesa. Y cuando digo toda, es toda. Con oscilaciones de peso, como suele ocurrirnos a los de este club, pero nunca cerca de un peso normal. Mucha gente cree que esto es algo que se elige, una cuestión muy simple que se resuelve haciendo una dieta con fuerza de voluntad. Pero son muchas las cuestiones que intervienen en el problema de la obesidad, tanto físicas como psicológicas y todas bastante complejas. Quien lo ha vivido lo sabe.

Cuando el número de kilos que has de perder es desorbitado, resulta tremendamente complicado enfrentarte a las dietas que te plantean los médicos. El famoso "cambio de hábitos" se te presenta imposible de asumir durante un tiempo prolongado porque vivir comiendo básicamente verduras y pescado o pollo a la plancha o al vapor, sinceramente, es un horror. Lo mismo pasa con el tema del ejercicio. Un cuerpo obeso pesa, así de obvio. Y cuesta mucho moverlo. Además, un cuerpo obeso, para mucha gente, es molesto de mirar y no es tan sencillo ponerte el bañador para ir a la piscina o decidir entrar a un gimnasio, cuando lo que recibes son miradas de reprobación, asco o burla, en un momento en el que tú ya te sientes pequeña. Que sí, que lo principal eres tú y no debe importarte lo que piensen los demás, pero hay situaciones en las que eso sí tira de ti hacia abajo.

El caso es que, en este momento de mi vida, cuando me quedan seis meses para cumplir los 40, creo que por fin estoy preparada para afrontar mi transformación. Porque esta vez sí lo veo posible, gracias a que en internet he encontrado a muchas otras personas que lo han conseguido, han contado su proceso y han compartido su "dieta". Voy a quitarme este peso que toda la vida me ha estado estorbando, sobre todo por la incomodidad permanente que supone vivir aquí dentro. No me mueve una motivación estética, ni me importan los cánones impuestos por la moda, pero sí el deseo de sentirme una persona con un peso sano que me haga sentir bien. Poder hacer cosas que me gustan sin cansarme tanto, quitarle dolor a mi tobillo lesionado y sentirme mejor conmigo misma.

Estoy hablando de perder alrededor de 50 kilos, lo que no es ninguna broma. Pero no voy a hacer ninguna dieta, simplemente pienso llevar unos hábitos sanos en lo que respecta a comer y ser muy constante con el ejercicio físico. El proceso será costoso y por eso voy a contarlo aquí, utilizando este blog como bitácora de mi transformación, para que me ayude en el camino y por si algún día alguien me encuentra por la red y le sirvo de apoyo. Porque esto es duro, muy duro. Pero lo voy  a conseguir.

Aunque no creo que haya alguien interesado en seguir lo que como día a día, además de recetas, voy a recoger aquí todas mis comidas, bajo la etiqueta "diario de comidas", por si acaso alguien considera que puede servirle de ayuda. Lo que yo tengo claro, tras varias semanas desde que inicié el blog, es que escribir lo que como me ayuda bastante por dos cuestiones:

- Cuando quiero comer algo que no debo, el hecho de tener que escribirlo luego en el blog, me detiene.

- Cuando hago una comida peor de lo que considero (por ejemplo, cuando como fuera de casa), siento que se activa en mi cabeza un sentimiento que me impulsa a comer mal, algo similar a "como ya lo he hecho mal, voy a seguir por ahí". Sé que puede sonar absurdo pero mi cabeza funciona así. Al escribir en el blog lo que he comido, me doy cuenta de que en realidad no lo he hecho tan mal, con lo que vuelve la sensación de seguir haciéndolo bien y no dejar de ser constante.



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