Hábitos que ayudan

Siempre he tenido lo que comúnmente se conoce como "buen saque", es decir, puedo comer cantidades grandes. Enormes, diría yo. Todos en mi familia somos de comer mucho y además nos encanta. 

Obviamente, es una de las principales cosas que debo cambiar y de momento, a un mes de comenzar el cambio, no me está costando. He descubierto que algunos actos muy simples me ayudan mucho a la hora de tener la sensación de haber comido bien y no pasar hambre a lo largo del día. 

- Beber dos vasos de agua diez minutos antes de cada comida. Además de que así introduzco agua, el hecho de tener algo en el estómago y no sentarme de vacío, hace que tenga sensación de estar saciada cuando termino de comer.

- No saltarme ninguna de las cinco comidas, para no llegar con más hambre a la siguiente. Comprobado, el día que no meriendo, me siento a la cena con un hambre atroz. Sobre todo porque suelo llegar de la piscina y ya sabéis que el agua da hambre, además del ejercicio, claro. Solamente me permito olvidar el almuerzo los días que desayuno sobre las 9:30 porque no madrugo. 

- Masticar despacio. Es algo que todos sabemos que es bueno pero a mí siempre me ha costado. Mi pareja come muy rápido y eso no ayuda, pero me voy acostumbrando a dedicarle más tiempo a cada bocado.

- En relación a lo anterior, degustar realmente la comida. Detenerse a saborearla y centrarse en disfrutarla, mucho más que en tragarla para aliviar el hambre. Como lo que estamos haciendo es comer bien y no algunas de esas dietas horribles que circulan por ahí, la comida no tiene porque ser una cosa insípida u horrible.

- He leído por ahí que la sensación de estar saciado le llega al cerebro unos 20 minutos después de empezar a comer. Si esto es cierto, los dos puntos anteriores ayudan mucho a que no sintamos que seguimos con hambre una vez que hemos terminado de comer. 

- Servirse en plato pequeño. No siempre lo hago porque a veces me resulta triste, pero en ocasiones sí recurro a ello.

- Meter las verduras al micro un par de minutos antes de sofreírlas, así no necesitan tanto tiempo de aceite. Si a pesar de eso, al usar muy poco aceite, a veces algo se nos empieza a pegar, podemos echar un poco de agua.

- Lo principal para mí: hacer deporte. Esto funciona como un círculo vicioso para lo bueno y para lo malo. Si me encuentro bien, activa y contenta por haber hecho ejercicio físico es más fácil que no quiera comer mal. 

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