Partir las patatas en rodajas y colocar sobre papel de horno. Salamos y añadimos una cucharada de aceite, un poco de caldo de pescado casero y un chorrito de vino blanco. Las dejamos hacer alrededor de 8 minutos. Después, añadimos la cebolla en juliana y lo dejamos otros cinco o siete minutos. Mi horno está muy loco y tengo que estar siempre controlando porque hace lo que quiere. Algunos días me sale genial y otros, como en la foto, las patatas no quedan bien del todo, por el tema del horno, pero siempre está rico.
Al final añadimos la dorada (en esta ocasión abierta en libro) a la que hemos salado previamente y le hemos añadido unos ajitos picados y perejil. Añadimos otro poco más de caldo y aceite si lo vemos necesario y lo dejamos hasta que se hace el pescado. Aquí reviso siempre porque si se seca por exceso de tiempo me da mucha rabia.
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